miércoles, 2 de enero de 2013

TEDxPerience (mi experiencia TED)




Hace dos años
“¿Todavía no conocés TED?”, preguntó levemente ofuscado mi hermano mayor. Esto pasó una mañana de 2010, en su estudio, mientras tomábamos un café. Yo había ido a visitarlo para pedirle, una vez más, sus consejos: una empresa privada me había contactado, interesados en que yo dictara una charla a su personal acerca de cómo manifestarse ante un auditorio. Un curso a puertas cerradas. La idea me gustaba. Pero era mi primera experiencia pedagógica; jamás había dado una charla con fines capacitadores. Confié en que la vasta experiencia de mi hermano mayor en el mundo de la docencia sería un buen faro; por eso mi visita.

En algún momento de la conversación me mostré interesado en ver charlas, de cualquier tipo. Fue entonces cuando él me preguntó “¿Todavía no conocés TED?”, y ante mi negativa apuró el café de un sorbo, prendió la pc, entró a ted.com y mientras cargaba un video me interiorizó en el tema: “TED es una organización sin fines de lucro que organizan conferencias con la intención de activar cambios positivos en el mundo. Cada orador tiene 18 minutos para exponer su tema”.
 Aquella mañana, después de apreciar la soberbia charla de un director de orquesta israelí (Itay Talgam, una perla), mi hermano se explayó: “También existen los eventos TEDx, que son eventos realizados en distintas partes del mundo. Ponele que, no sé... en Tangamandapio, un grupo de gente adquiere la licencia de la organización y se manda TEDxTangamandapio, respetando algunos lineamientos obligatorios, ¿entendés? Bueno, así se han realizado cientos de eventos TED en el mundo: TEDxPraga, TEDxSaoPaulo, TEDxBeijing... por nombrarte algunos. Algún día se hará un TEDxMendoza. Ese día voy a estar en primera fila”.

Hace un año
Pasó un poco más de doce meses desde aquella mañana, cuando finalmente se produjo el primer evento TEDx en Mendoza (TEDxPlazadeMulas) en noviembre de 2011, realizado en el auditorio Adolfo Calle. Duró 5 horas (desde las 15:30 hasta las 20:30) y fue presenciado por unos 200 espectadores que sólo se movieron de sus butacas en los intervalos, para tomar algo o fumarse un cigarrillo en la puerta. Durante esas cinco horas escucharon atentamente a Beatriz García, astrónoma local, hablar del observatorio para ciegos; al artista Chanti, contando sus orígenes y su periplo como dibujante; a uno de los fundadores del Banco de Alimentos de Mendoza, Emiliano Fazio; al músico y baterista Gustavo Meli, al montañista Heber Orona; al hacker Juanjo Ciarlante; al ingenierio y empresario Daniel Caselles; al matrimonio de docentes rurales, Cacho y Graciela Rosales y al médico Joaquín Iglesias, experto en psicooncología. Todos profesionales de nuestra provincia, destacados en sus rubros, que vinieron a decir “Sí, es posible”. Cada uno de ellos mantuvo cautivo a un público que escuchó sus ideas e historias de vida en el más profundo de los silencios, riendo y emocionándose con idéntica intensidad.
Aquel 25 de noviembre, a las 21 horas (sólo media hora después de haber terminado), oradores y organizadores (incluso el público mismo), se preguntaba cuándo volvería a repetirse un evento de estas características.

Hace un mes
El miércoles 28 de noviembre pasado se cumplió el deseo de aquellos que pidieron “¡Otra!”. Fue en el auditorio Ángel Bustelo, en un día caluroso como el infierno mismo, pero donde asistieron más de 300 personas. Esta vez se escucharon los discursos del cordobés Luciano Lussello, diseñador industrial (creador de un sistema de alarma para accidentes viales que supo cautivar al Discovery Channel); al arquitecto Jorge Mitchell, hablando de desarrollo sustentable; al abogado Oscar Sívori, fundador de “Ciudadanos Anti Plástico”, un grupo de personas que luchan contra la polución plástica en la provincia; al investigador mendocino Ariel Kogan, miembro del Programa Ciudades Sustentables de la Red Nossa Sao Paulo; a Carina Valdes, madre adoptiva de cinco niños (entre ellos, Rosalinda, la niña haitiana que padeció el terremoto del 12 de enero de 2010); al neurólogo Raúl Otoya, desarrollando un tema tan complejo como la “neurotecnología”; al psicólogo sanjuanino Lucas Malaisi, quien expuso sobre la Ley de Educación Emocional; y por último, al emprendedor porteño Lucas Campodónico, un verdadero frontman que, con un gran sentido del humor, supo cautivar al público con su historia de vida.
Tuve el honor de ser el anfitrión de TEDxPlazadeMulas y TEDxMendoza (hubo un TEDxUNCuyo unos meses antes, pero del que no participé; discúlpenme la omisión), y confieso que han sido de las experiencias más conmovedoras que me haya tocado vivir arriba de un escenario. Porque no se trata de expertos oradores, nada más lejos. Muchos de ellos hasta deben sufrir un pánico escénico importante... pero le ponen el pecho. Hay quienes preparan un guión minucioso y hay otros más osados aún, que confían en su capacidad de improvisación. Pero sólo son personas que aman lo que hacen y que tienen apenas 18 minutos para compartirlo con el mundo. Eso es TED. Un reconocimiento al talento, al esfuerzo y a la vida misma. Por eso no es extraño que se genere tan buena energía en todos los presentes. 
Entonces pregunto: ¿todavía no conocés TED? Puede pasar. Puede que seas una persona muy ocupada en tus cosas, buscando superarte día a día, construyendo tu historia... puede ser que ni te hayas enterado qué demonios es TED. Es posible.
Y quién te dice... puede ser, también, que un buen día te suene el celular y una voz desconocida, del otro lado de la línea, te revele que conoce tu historia, tus proezas y tus aciertos. Y que por eso mismo has sido propuesto como uno de los oradores del próximo TEDx a realizarse en la provincia.
Si así fuera, me encantaría tener el honor de presentarte.


Gracias a
Los equipos de TEDx: Pablo Navarro Lehoux, Ana Campellone, Sebastián Navarro Lehoux, Caro Leiva, Daniel Caselles, Emiliano Fazio, Rocío Viera, Pao La Fata, Alejandro Marnetti y todos los que se me escapan en este momento.
También a los oradores, uno por uno, por su paciencia y cariño.
Y a mi hermano Julio, quien posibilitó mi participación en los eventos (y pudo disfrutar del TEDxPlazadeMulas sentado en la cuarta fila).

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